miércoles, 6 de abril de 2011

Las manos de mi madre

Cuando pequeñas intentamos parecernos a nuestras madres, nos disfrazamos con sus ropas, carteras y usamos sus cosméticos. Ellas son todo para nosotras, una mirada, un abrazo, un beso nos reconforta y nos da seguridad. Luego en la adolescencia ya no queremos parecernos tanto, y proclamamos a los cuatro vientos, que jamás criaremos a nuestros hijos como lo hizo nuestra madre, seremos más cariñosas, no cometeremos los mismos errores...y cada vez que escuchamos a alguién decir "te pareces a tu madre"... con la bandera en mano, señalamos que es sólo coincidencia...nada más...Nunca seremos como ella...
Hoy miraba mis manos y son las de mi madre, y un recuerdo asalta mi mente; tardes de inviernos viendola tejer, mirando esas manos expertas, rápidas, calidas...manos que yo no quería tener, las encontraba demasiado grandes, y de venas pronunciadas...no me gustaban. Hoy no tan sólo tengo sus manos, sino que me he encontrado tantas veces, repitiendo las mismas frases que ella , dando los mismos consejos, cantando las mismas canciones de cuna, haciendolo igual como lo hacía mi madre, o pensando Cómo lo haría mi madre?
Es cierto que existe un abismo generacional y cultural  entre nosotras que me hace tener una perpectiva más amplia de la vida, hemos vivenciado diferentes experiencias que han marcado nuestra personalidad y carácter, diferenciandonos en muchos ámbitos. Mi relación con mis hijas es mucho más abierta y creo que en muchísimos aspectos somos totalmente diferentes.  Pero irremediablemente en tantos otros, somos tan parecidas. Eso, para mi hoy, es algo que asumo con orgullo, ya no  lucho en contra de adoptar  las misma actitudes de mi madre, al contrario las asumo como aptitudes.
Hoy cada vez que estoy triste, o necesito saber la receta de la carne, la llamo a ella, porque para mi es importante saber su opinión, sentir su voz dandome la fuerza y energía que necesito para seguir, o simplemente para saber como lo hacía ella....



En una oportunidad mi hija me preguntó:  "Cúando tenga tu edad seré como tú, me veré como tú...? y yo contesté:  "Lo más seguro...." ..."mmm, dijo ella"...y yo dejé pasar el momento. Ya llegará  para ella el día de recapitular y cerra círculos....

5 comentarios:

  1. Lindas palabras =)
    Honestamente... espero no parecerme a mi madre .... tu cachay jajajajaja besitos ^^

    ResponderBorrar
  2. Cuando lo escribía me acordaba de ti...la idea es mejorar lo que se pueda mejorar, intentar no cometer los mismos errores....pero estoy segura que encontrarás ciertos detalles que te la recordarán...besos

    ResponderBorrar
  3. Mi madre, tengo tantos recuerdos de ella...a la distancia se valora más lo que se tiene y pierde.
    Abrazos

    ResponderBorrar
  4. las manos de mi madre siempre atentas para curar los resfrios,mama siempre tiene el remedio para todo y para todos.lo mejor de regresar al hogar es que esas manos nos reciban.

    ResponderBorrar