Simplemente tolerancia...

Hoy leía un artículo en el periodico sobre la película nominada al Oscar, El Discurso del Rey, basada en una historia verdadera sobre George VI y su problema de tartamudes y como con ayuda de su logopeda logra superar su problema...buena pelicula, por lo demás, que logra fascinar con soberbias actuaciones y una historia llena de humanidad, entre maestro y pupilo y una meta clara, demostrar que nada es imposible.
Esta pelicula ha tenido una gran aceptación por parte del público y la crítica.  Y después de verla no puedes dejar de pensar en lo díficil que es la vida para las personas que tartamudean, la impotencia y la rabia, muy bien interpretados por Colin Firth, que sienten al no poder hacer que sus labios pronuncien lo que su mente quiere expresar, sin mencionar la poca tolerancia de los que nos llamamos "normales". Y es que la poca tolerancia nos hace poco comprensivos. 
Y esto irremediablemente, me hace pensar en tantas dificiles situaciones que debes vivir al residir en un país que no es el tuyo, y con un idioma que no es el tuyo.  Se que no es lo mismo, pero el proceso de aprendizaje conlleva un sin fin de momentos en que, muchas veces no te atreves o te limitas a realizar diferencias actividades por no atreverte a abrir la boca, por sentir el terror de cometer un error y pasar por situaciones que te puedan producir verguenza.  He tenido la suerte de contar con el apoyo de mi marido en todo lo que se ha referido a interactuar socialmente, pero  hay muchas personas que  viven aisladas por no tener a quien recurrir.   Es cierto que puedes contar con un traductor, cuando por ejemplo debes ir al médico, al colegio de tu hijo o a realizar algún trámite con las diversas autoridades suecas, pero no es lo mismo.
El artículo también hacía referencia a la limitación de la que este grupo se siente objeto, y nombraban algunos ejemplos tan simples pero tan importantes para la vida misma, como por ejemplo, el querer comer algo especial y no poder pronunciarlo, y simplemente pedir pizza.  Y volvía a realizar una relación con mi experiencia de vida y recordaba un día en que estaba con una amiga en un café y al sentarnos nos dimos cuenta que faltaba un cuchara....y yo me pongo a pensar en como se pronuncia "sked", y es que debo reconocer que esa palabrita sigue siendo un tormento para mi, miro a mi amiga y le digo, valiendome de mi estado de embarazo, puedes pedir una cuchara, por favor? y ella me mira y me dice "..no podía ser algo más fácil?..."....y yo pienso quizás nos sirva un tenedor, ese si que es fácil (gaffel)...al final obtuvimos la cuchara, pero yo creo que para ambas fue un momento de stress, vivenciado de diferente manera.
Mi primer año en Suecia fue crítico, por diferentes motivos, y uno de ellos fue el idioma, si bien podía valerme de mi ingles básico, que siempre ayudaba a salvar las situaciones, eran esas ganas locas de poder comunicarme, de decir más y no atreverme, por desconocimiento o simplemente por la pronunciación. Aprender un idioma es un proceso largo. He avanzado muchisimo, pero aún falta un gran camino por recorrer, para lograr esto, escribir así tan fluídamente como en español.
Y mi mente vuelve a este grupo de personas que tartamudean y a tantos otros que, ya sea por problemas físicos, psiquicos, por discriminación  o tantas otras razones, sufren limitaciones e incomprensión ....y todo sería tan fácil, si todos fuesemos más tolerantes...y me pregunto que es la tolerancia?...
Para mi la tolerancia consiste en comprender el comportamietno de las demás personas. La tolerancia consiste en comprender que existen muchas formas de lograr algo y aceptar que otros realicen sus actividades a su propia manera. La tolerancia consiste en ver a otros con ojos de comprensión, sin que afecte nuestro interior. Y quien puede llamarse tolerante?

 Ayer fuí testigo, en la estación de trenes, de una situación que me produjo mucha impotencia, al ver como una mujer inmigrante, intentaba explicarle a un señor, en su mal sueco, que había perdido sus guantes y que necesitaba volver al andén para buscarlos. El señor, también inmigrante por lo demás, fue muy mal educado y ni siquiera intentó tratar de entender lo que ella decía. Por suerte, alguién intervino y finalmente ella logró volver al  andén....Tan sólo un poco de tolerancia, habría sido suficiente!!!!