jueves, 17 de febrero de 2011

1 minuto hace la diferencia

Hoy volvía  a casa desde el supermercado, mi hija Alice dormia en su cochecito,  envuelta en su ropa de invierno, caminaba más lento que de costumbre, resultado de mi segunda clase de zumba...el dolor de piernas ya no lo aguanto...pero de a poco el cuerpo debe acostumbrarse, creo yo...de pronto veo que una persona corre desesperadamente tratando de alcanzar el bus...misión imposible pienso yo...el bus ya casi partia y la distancia era enorme, a mis ojos...Y porque tanto correr, si puede tomar el próximo bus? Pensaran muchos, pero  en Suecia, como en muchos países europeos existe una estructura para todo, lo que en el trafico se traduce en buses que corren cada 15 minutos....y 15 minutos a 9 grados  bajo cero!!!...es una eternidad....existiendo paraderos regulados, así que olvidate que el bus va a parar en cualquier esquina, no no ...eso pasa sólo en nuestros países y llegas un segundo tarde, el conductor cierra las puertas y por más que coloques cara de por favor, no me quiero congelar...nada resulta...
No es fácil acostumbrarse a un sistema tan estructurado, sobretodo si has vivido gran parte de tu vida  en una sociedad en la que no existen horarios y llegas tarde a todos lados...debo reconocer que la puntualidad no es uno de mis fuertes...pero sin embargo, tiene sus ventajas, puedes planificar tus salidas sabiendo a la hora casi exacta que tomarás el bus, a la hora que llegarás a tu cita y comienzas a contar todo...cuanto me demoro en llegar al paradero, al bus, al centro....organizas tu vida....debe ser por eso que los suecos son tan ordenados, todo calculado, aunque se extraña la espontaneidad típica de nuestros país... eso de "voy pero no se a que hora"..."ahí veo"....Un sueco tiene todos sus días agendados y no esperes que un amigo/a sueco/a toqué a tu puerta y te diga "sorpresa"!!! pasaba por aquí, pasé a saludar"..No ellos miran en su agenda y te dan hora para el próximo mes....No esperes que llegue la vecina a la hora de almuerzo o a pedirte una tacita de azucar....eso, por lo menos a mi, jamás me ha pasado.
Lo mismo ocurre al revés.....recuerdo la primera vez que Sven, mi marido  tomó un bus o micro en Chile....después de que el conductor parara en cada esquina, emprendió una loca carrera por las carreteras de Viña del mar y Sven me miraba con cara de espanto, hasta que me pregunta si al chofer le pasa algo....yo lo miro pensando, esto no es nada, espera que lleguemos  a Avenida España y afirmate fuerte....lo tranquilizo y le explico que es de lo más normal, que se relaje....y como se iba a relajar si hace menos de 1 hora le habían robado   su billetera y ahora no sabía si iba a sobrevivir un día más en Chile...de acostumbrarse nada. Y como no recordar la primera vez que condujo un coche en Chilito....horror!!...después de una semana ya era todo un profesional de la bocina y su nueva teoría era la siguiente "Acá rige la ley del más macho, el más fuerte pasa primero y  mientras más fuerte toco la bocina...más rápido salimos del taco"....fácil....Al final constatamos que existe un abismo entre nosotros....y el señor de hoy en la mañana ...no alcanzó el bus, seguro era latino....

2 comentarios:

  1. ajajajaja me imagino a sven xD
    ayayay que cosas no tia?? Definitivamente estas en otro planeta.... si no puedes contra ellos jajaj únete jeje besitos tkm!

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