miércoles, 23 de febrero de 2011

Hoy amanecimos con 22 grados bajo cero!! Increíble, el invierno realmente no quiere abandonar Suecia y yo no lo puedo creer. Así que hoy no fueron tan solo un par de calzones largos, sino dos y más.
Mi hija Klara, como de costumbre, me preguntaba, en su propio idioma, entre sueco y español, si es que iriamos a comprar dulces y yo como de costumbre le respondia, bien sueca, el sábado, el sábado iremos a comprar godis (dulces). Y es que los suecos adoptaron en la década de los 50 y 60 un concepto, que traducido al español, sería así como sábado de dulces, que pronto se transformó en una norma, en la cual  los niños sólo podían comer dulces los días sábados. Esto ayudo mucho a la salud bucal de la población y aunque hoy en día, ya no es norma, aún existen muchas familias que intentan mantener la "tradicción", como tantas otras tradiciones suecas. De hecho cuando llevas a tu hijo al primer control, o charla de salud bucal, te aconsejan no darles dulces antes de los tres años. Debo reconocer que Klara no tiene mucho interés en el tema de las tradiciones y que desde hace mucho tiempo rompió con las reglas. Pero sin embargo, intentamos que sólo coma dulce un día a la semana, y por que no, los sábados.
Recuerdo el día en que nos enteramos de está idea sueca, ibamos por Estocolmo, un hermoso día de verano, por que eso debo reconocer, el verano es bello, y escuchamos a una madre que algo le decía a su hijo y él parecia no aceptar lo que su madre le explicaba. Al escuchar la traducción, por parte de Sven, comprendimos y concordamos con el niño....Sólo los sábado? dijo mi hija Dámaris...Jamás!!! Ella sobretodo, acostumbrada a que TODA su familia le llevara un dulce, un chocolate cuando iban de visita. Y es que en Chile es así, recuerdo que cada vez que salia del trabajo o de la Universidad pasaba al almacén  de la esquina a comprar algo para Dami, un dulce típico. Era como demostrar el amor a través de esa exquisita paleta de chocolate.
Esto de los sábados de dulce no va con nosotras, formadas en la "vieja escuela latino americana".  Además, que el comprar dulces en Suecia es de lo más entretenido y diferente a nuestros países. Se pueden comprar sueltos y existen una variedad increíble, es fascinante ver todos esos estantes llenos, llenos de esas pequeñas delicias de colores y así hipnotizada coges tu bolsa y vas llenándola de diferentes sabores....y luego piensas....es imposible esperar hasta el sábado y con este frio, que mejor que unos ricos dulces para pasar el invierno.















2 comentarios:

  1. He de reconocer que lo de los dulces no es algo para mi, debe de ser por todo el azúcar que comi de niña! lo mio son los helados, no me importa que estemos a 23 bajo cero, dame un helado gigante de chocolate con blåbär y un poco de sirope de fresa y soy la mujer más feliz! si, Suecia tiene su encanto y desde mi ventana me encanta contemplar el caer de la nieve y como los rayos de sol del atardecer se van difuminando en el horizonte...hermoso... Un abrazo amante del chocolote y godis!

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  2. Si es bonito el atardecer y los colores en el cielo...nada que decir...hermosos....pero ya no aguanto este invierno...Besos

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