Hierbas de la abuela...

He llamado a mi madre hace algunos días, para saludarla por su cumpleaños.  No hemos podido hablar mucho ya que como siempre, y aunque sea ella la festejada, estaba muy ocupada sirviendo el almuerzo y todas las cosas exquisitas que había preparado para festejar....Que ganas de estar, de sentir, de oler, de reír y tal vez llorar....que ganas de poder traspasar la línea telefónica y llegar a su lado, al lado de todos los que estaban ese día...que inmensa nostalgia la que sentí...

Mi madre siempre está presente en mi vida, tal vez como tantas madres de esta tierra. En esos pequeños detalles del día  a día, en mis oraciones, en mis pensamientos, en mis creencias y manías....tan sólo un ejemplo basta....cuando mis hijas se resfrian, sigo el ritual aprendido: agüita de palto con limón y miel, una "friega" de mentol o esa aromática pomada de eucaliptus...sí, esa que mi madre me envió de Chile...
Para cada enfermedad existe una hierba heredada, hierbas de la abuela...ellas ya lo saben....
Mi marido me mira con cara de espanto, cada vez que me ve con mis hierbas y enguentos...yo creo que debe pensar que es casi hechiceria y que de un mínuto a otro comienzo a invocar a los espíritus...
Yo lo miro tranquilizadora y le digo..."son cosas de madres"...Lo que él no sabe es que a los espíritus los invoco en silencio....cosas de mi madre, a quien llevo conmigo día a día,  en mis creencias y manias.....

Madre como me haces falta...con todas tus secretos y sabiduría....